“Gripecita” o “histeria”

 “Gripecita” o “histeria”

 “Gripecita”, “histeria” o “sobredimensión de su poder destructor”. Así calificó el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, el impacto del coronavirus, el patógeno que ahora contrajo y que ya infectó a más de 1,5 millón y mató a más de 65.000 personas en el gigante sudamericano.

Bolsonaro, uno de los pocos líderes mundiales que restaron importancia a la pandemia, anunció ayer que es positivo y comenzó a ser tratado con cloroquina, medicina cuya efectividad cuestiona la comunidad médica.

El dirigente, quien dice haber sentido síntomas leves de la dolencia, comunicó en marzo que las tres pruebas que se realizó entonces le dieron negativo. Bolsonaro aseguró ayer que se encuentra “perfectamente bien” y sigue manteniendo su postura desafiante ante la pandemia.

“Estoy bien, tranquilo”, aseguró ayer, dando varios pasos atrás y quitándose la mascarilla para mostrar su rostro ante las cámaras. El presidente indicó que suspendió sus compromisos de los próximos días y que trabajará por videoconferencia desde la residencia oficial, bajo los cuidados del equipo médico y de la primera dama.

“Me gusta estar en medio de la gente y teniendo en vista ese contacto intenso, pensé que ya lo podría haber contraído en el pasado, sin percibirlo”, afirmó Bolsonaro.

Al mandatario se lo vio en los últimos cuatro meses saltarse las recomendaciones médicas de distanciamiento social en varias ocasiones, provocando aglomeraciones con la participación en manifestaciones a su favor.

Pidió el fin del confinamiento para no perjudicar a la economía e incluso, vetó el uso obligatorio de mascarillas en comercios, iglesias, escuelas y cárceles en Brasil, el segundo país del mundo más azotado por la pandemia.

Desde que habló por primera vez sobre el coronavirus en marzo, el jefe de Estado acumula una serie de declaraciones polémicas sobre el patógeno, que colisionaron con varios de los gobernantes regionales del país y provocaron la salida de dos ministros en la cartera de Salud.

REPERCUSIONES. El presidente argentino Alberto Fernández le envió ayer un mensaje a su colega brasileño, Jair Bolsonaro, para desearle una pronta recuperación de la infección por Covid-19 que padece.

“Acabo de mandarle una nota deseándole pronta recuperación al presidente de Brasil, infectado de coronavirus en un mundo donde la pandemia no cede”, dijo ayer Fernández en una cita.

“Nos tocó vivir un tiempo único y a veces perdemos dimensión de la gravedad del tiempo que nos ha tocado vivir”, expresó Fernández.

Críticos y opositores de Bolsonaro también le desearon ayer una pronta recuperación al mandatario, pero le aconsejaron que reflexione sobre la prevención y cuidados ante la pandemia. “Esto es más una confirmación de que la enfermedad está con circulación extremadamente activa”, apuntó el ex ministro Luiz Henrique Mandetta, quien dejó la cartera de Salud por diferencias con el propio Bolsonaro por la gestión de la pandemia, y espera que al afrontar personalmente el Covid-19 le sirva de “reflexión”.

Casa Blanca desea pronta recuperación

La Casa Blanca deseó ayer una “rápida recuperación” del presidente brasileño Jair Bolsonaro, tras conocerse el resultado positivo por Covid-19 del estrecho aliado del mandatario estadounidense, Donald Trump, y con quien comparte escepticismo sobre este virus. “No hablé con el presidente sobre ello (el positivo). Le deseamos (a Bolsonaro) que esté bien y una rápida recuperación”, indicó Kayleigh McEnany, portavoz de la Casa Blanca, y no previó “anuncios sobre futuras conversaciones” entre ambos líderes. EFE