Día Nacional de la conservación del suelo

El 7 de julio se celebra el día nacional de la conservación del suelo, decretado en 1963 por la Presidencia de la Nación Argentina en reconocimiento al Dr. Hugh H. Bennett (15 de abril de 1881 - 7 de julio de 1960), pionero y emblema en la disciplina.

Este recurso sufre una degradación progresiva a causa de la erosión, desmontes, uso del fuego, sobrepastoreo, labranzas inadecuadas, falta de rotación de cultivos y expansión de las fronteras agrícolas, entre otras actividades.

El suelo es sustento de vida, desarrollo y producción, es parte de nuestro deber cuidarlo, fomentando actividades que influyan positivamente sobre el suelo, como las buenas prácticas agrícolas. El suelo es un recurso que debe ser resguardado, ya que será el legado de las próximas generaciones.

Es necesario tomar conciencia de  que hoy, nuestro deber es obtener la mayor producción posible conservando el suelo para asegurar la disponibilidad de alimentos a las generaciones que nos sucedan.

Los suelos agrícolas llegan a ser una de las reservas mayores de almacenamiento de carbono con un posible potencial de expansión del secuestro de carbono y, por lo tanto, proporcionan una manera prospectiva de mitigar concentración aumentada de CO2. Se ha estimado que los suelos son capaces de secuestrar alrededor de 20 Pg en 25 años, más del 10 % de las emisiones antropogénicas.

El suelo es uno de los recursos naturales más importantes de los que el hombre se vale para la obtención de alimentos, protección y otras materias primas. El uso inadecuado del suelo puede conducir a la pérdida de sus propiedades.

La responsabilidad de mantenerlo productivo no recae solamente sobre quienes estén directamente vinculados a su uso, sino también sobre los otros miembros de la sociedad que de una u otra manera intervienen o influyen en el proceso productivo u obtienen beneficios a partir del mismo.