Y UN DÍA… ¡KICILLOF LLEGÓ A GOBERNADOR!
Aún resuenan las voces cantando la Marcha peronista y las voces de aliento de quienes votaron a Axel Kicillof para guiar los designios de la Provincia de Buenos Aires. Como burdo contrapunto desafinado, los eternos contreras, los siempre disconformes, los tilingos quiero y no puedo, capaces de endeudarse de por vida por querer una vida condenada a no ser de tanto querer sin poder, destilan su bronca por no asumir que fueron engañados y, como tantos maridos y esposas que fingen en público lo que ya no es en la vida privada, ocultan el dolor ignominioso una vez pasado el efecto del lubricante anestesiante. Pero como si aún tuviese efecto la anestesia cerebral, siguen percibiendo la falsa realidad impuesta hace cuatro años.
Todo análisis y descripción de la realidad pretendidamente cubierta con sonrisas de supuesta simpatía, tan falsas como los informes contable presentados para la prensa amiga (de ellos, claro), es criticado, negado, desmentido, ignorado por los corifeos del gobierno ido hoy del poder y hace tiempo de las manos de quienes dijeron que harían lo que no hicieron, que cambiarían lo que no cambiaron y que sin ningún pudor asumieron el destino al que estaban dispuestos a condenar a la clase obrera para quienes, según propias palabras, estaba vedada la educación universitaria, por ejemplo.
No vamos a entrar en el análisis puntual del discurso del novel gobernador de la primera provincia argentina. Innumerables medios escritos, radiales, televisivos y on line se han encargado y seguirán encargándose de eso. Nosotros, fieles a los lineamientos del proyecto REGIONES BONAERENSES, enfocaremos nuestra mirada al punto que nos convoca.
Tres fueron las especiales referencias que nos permiten suponer que es muy probable el andamiaje para concretar o, al menos, visibilizar el proyecto para la reorganización de las regiones bonaerenses presentado formalmente al parlamento bonaerense en el año 2009.
Dijo el gobernador Kicillof que uno de sus compromisos es reconstruir la provincia de Buenos Aires, para lo cual es imprescindible transformarla a fondo y en su estructura , especialmente en aras a un estado cercano a las y los bonaerenses.
Lo expuesto, pareciera salir de las tantas conversaciones mantenidas entre amigos y promotores del proyecto referido. Lo asombroso, es que Axel nunca estuvo en nuestras charlas. Eso permite inferir que es el momento en el que, naturalmente, la semilla sembrada una década atrás ha comenzado a germinar.
Uno de los principales problemas de la política son los tiempos. A veces, una propuesta que puede ser interesante no encuentra eco porque ha sido lanzada antes de que la necesidad se percibiese. Por el contrario, muy buenas ideas no se aplican porque se pasó el tiempo oportuno para su implementación. Ojalá sea este el momento propicio para aunar la calma de quienes entregaron su juventud al servicio de la comunidad bonaerense y la fuerza vigorosa de quienes aún tienen la sangre joven y la fuerza necesaria para tomar la posta y hacer realidad lo que aún sigue siendo un sueño. Soñados por muchos, pero aún sueño al fin.
Se repite asiduamente la célebre frase del gran científico Albert Einstein respecto de que sería una locura hacer siempre lo mismo y pretender que el resultado sea diferente. Lamentablemente, la locura se impone.
También se le atribuye al genio de Einstein haber dicho que “hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro”.
Muchos temen a los cambios porque, en realidad, temen perder el confort de sus vidas placenteras.
Probablemente muchos no sepan que placentero proviene del estado inicial de los mamíferos que se preparan para nacer dentro de la placenta. Pero se supone que un día, al nacer, abandonamos la placenta y, en consecuencia, ya no debería ser el confort nonato de la etapa germinal el estadio esperable para quienes, nacidos, deberían tener otros objetivos de vida.
Servir a la comunidad, por ejemplo, desde el ámbito de acción en el que estemos insertos.
Todos formamos parte de la querida PROVINCIA DE BUENOS AIRES. Todos deberíamos sumar nuestros esfuerzos para contribuir a su desarrollo. No preguntes tanto qué va a hacer el gobierno por vos. Este es momento de preguntarte qué podés hacer vos por tu provincia ¡Y HACERLO! Ya sabemos que hay una minoría que no está dispuesta a hacer nada. Ya lo demostró.
Con el esfuerzo de TODOS podemos poner de pie a la provincia de Buenos Aires y mantenerla erguida, firme, con el espíritu de grandeza que merecidamente siempre tuvo Y VOLVERÁ A TENER.
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