KICILLOF A ISRAEL

KICILLOF A ISRAEL

Que Alberto Fernández lo sume al Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, en su viaje a Israel incluye varios mensajes y múltiples lecturas. Pero se nos ocurre que la más fácil de analizar es la que muestra la amplitud de criterio y jugada abierta del presidente de la república. Es su primer viaje al extranjero y sabe que la presencia del gobernador bonaerense le quitará protagonismo, pero también muestra la inteligencia para capitalizar la raíz judía de este último.

Entre las personalidades con las que se podrán reunir los representantes del ejecutivo nacional y provincial, además del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se encuentran el presidente de Francia, Emmanuel Macron y el de Rusia, Vladimir Putin. De USA va el vicepresidente, Mike Pence, quien, sin dudas, estará atento a las jugadas y encuentros que puedan tener los mandatarios argentinos con sus pares.

Sería muy interesante si a la mayor brevedad el gobernador Kicillof pudiese retomar las referencias hechas a la reorganización regional de la Provincia de Buenos Aire y, muy especialmente, si se apoyase en la propuesta presentada en 2009 por quienes nos acompañan en este proyecto de Regiones Bonaerenses.

Toda innovación que implique una mayor organización y racionalización de los esfuerzos se convierte en un excelente mensaje al momento de decir “estamos dispuestos a encarar cambios importantes y esto es lo que vamos a hacer”.

En el ABC de la mercadotecnia se habla de las ventajas diferenciales y competitivas. Pues bien. Cambiar la cuasi anárquica regionalización vigente, con incomprensibles diferencias jurisdiccionales que exponen al contribuyente, en muchos casos, a tener que ir de un lado al otro sin demasiada razón de ser, sería una muestra muy interesante de la genuina intención de hacer las cosas más organizadas, con mayor aprovechamiento de los recursos regionales, con un flujo comunicacional más dinámico y efectivo y, por sobre todo, ciudadanos más satisfechos de una gestión que, habiendo prometido cambios reales, más allá de los slogans, los instrumentó y aplicó.

El alto endeudamiento de la Provincia de Buenos Aires, que es la que nos ocupa en este portal, no implica, lamentablemente, que no debamos prever futuros préstamos a obtener. Quizás una salida a los plazos inminentes de las deudas preexistente y sin la previsión financiera exigible e incumplida por el gobierno anterior, sea obtener un préstamo para consolidación de pasivos, pero bajo una modalidad más flexible, con tomadores más interesados en colaborar en el resurgimiento de la principal provincia argentina que en el simple beneficio especulativo financiero. Especulación siempre habrá cuando se hable de dinero. Pero no siempre son con las salvajes condiciones del turbo capitalismo.

Hay otros mercados, hay otras expectativas y hay otras modalidades. Probablemente este primer viaje del nuevo gobierno argentino logre comenzar a abrirlos, responderlas y aplicarlas, respectivamente.