LAS REGLAS DE LA POLÍTICA

LAS REGLAS DE LA POLÍTICA

En términos generales, salvo en los países en los que entendieron lo que significa el bien común, la regla de la política consiste en enfrentar dos grandes bloques, sea cual fuere el tema a tratar, y agregar algunos pequeños que pueden tener la fuerza de decidir inclinando la balanza hacia uno u otro lado, optando por quien más le dé según el momento y las circunstancias.

Como una muestra más del enanismo mental, la falta de sensibilidad social y el revanchismo de los malos perdedores, como si no fuese suficiente es desvalijamiento de los recursos, la entrega de las arcas del estado vacías y un endeudamiento injustificadamente exagerado, la oposición, con un juego ruin de acercamientos, supuestas negociaciones y la consecuente plantada final al momento de establecer acuerdos, ha mostrado una vez más, con claridad meridiana, del lado de quienes está. Obviamente, no del del pueblo y los necesitados.

Cuando la emergencia es el hambre y las necesidades primarias de millones de personas, no se pueden privilegiar los intereses de los sectores ya, de hecho, más privilegiados. Porque esa misma redundancia léxica es la que se reitera en los hechos políticos y cotidianos.

¿CÓMO HAY QUE DECIRLO? Los que más tienen, tienen que pagar más para que los que menos tienen PUEDAN COMER. ¿Tan difícil es entenderlo?

Durante siglos, las guerras de exterminio han servido (y parece que a algunos aún les sirven) para eliminar bocas a alimentar.

Si no fuese por la hipocresía característica de estos grupos de poder, la respuesta que darían a un proyecto para acabar con la pobreza sería acabar con los pobres, y listo.

Saben que cuando el gobierno de la provincia encuentre la solución a los problemas que acucian a los bonaerenses, se les va a cortar definitivamente (o al menos por un largo tiempo) toda posibilidad de retorno para despojar al erario público.

De nada valdrán la sonrisita falsa ni los falsos modales, los mismos modales y las mismas sonrisas con que extorsionaron a Favaloro llevándolo a la muerte, para mentirle a un pueblo que ya les conoció la cara oculta, la malignidad encubierta, el despotismo disfrazado.

No permitir el sinceramiento tributario con una ley que empareje un poco la cancha, llevará a tomar medidas más extremas a través de decretos. Quieren enfrentar al ejecutivo con la gente. Pero no toman en cuenta que ese enfrentamiento, con ESA gente, ya existe desde antes. No vaya a ser que esta postura de guapos (que les queda grande) no termine haciendo que les salga el tiro por la culata.

El tiempo mostrará los rostros sin caretas y la historia les dará el lugar que a cada uno le corresponda.