NO HAY 1.100.000 RICOS EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES.

Varios medios que han dado a conocer algunos de los aspectos tratados en la reunión que mantuvieron el jefe de Gabinete, Carlos Bianco; la vicegobernadora, Verónica Magario; el presidente de la Cámara de Diputados, Federico Otermin y la ministra de Gobierno, Teresa García por parte del gobierno provincial junto al presidente del bloque de Diputados de Juntos por el Cambio, Maximiliano Abad, el senador provincial de la Coalición Cívica, Andrés De Leo y el intendente de Lanús, Néstor Grindetti representando a la oposición, coinciden en que el punto de inflexión que permitiría destrabar la discusión por la ley impositiva que habría de tratarse el próximo miércoles en la sesión en la Cámara de Diputados es la disminución de la cantidad de afectados por el incremento del 75% del impuesto inmobiliario urbano llevándolos de los 2.600.000 contribuyentes a 1.100.000.

Como se menciona en el título de este artículo, se hizo referencia a que no hay 1.100.000 millonarios en la provincia. Al respecto, la vicegobernadora Verónica Magario señaló: “pagarán el 75% de aumento aquellas propiedades de 300.000 dólares de valor real”. Agregando, “Hay un desequilibrio en las valuaciones fiscales de la provincia. Le pedimos un esfuerzo solidario a los que más tienen. A los que tienen propiedades más caras, que paguen más”.

No se trata de cuantificar la subjetiva denominación de millonarios o no. Es obvio de obviedad absoluta y aplicable en muchos países del mundo el criterio que diferencia a las viviendas por su costo para aplicar el correspondiente impuesto. No puede pagar lo mismo una casa única para vivienda familiar de USD 150.000 que una quinta de fin de semana o una casa majestuosa de más de USD 300.000.

Quizás hasta pueda discutirse el monto mínimo en cuanto se trate de una única vivienda familiar. Pero la desnaturalización de la vivienda como bien de inversión o especulación financiera, debe estar afectada por un tratamiento impositivo diferenciado.

No se está hablando de atentar contra la propiedad privada. Cada uno tiene el derecho de tener las propiedades que quiera, pero vivienda es una. Las demás son inversión. Simple.

En momentos en los que hasta quienes distan mucho de la sensibilidad social, aunque lo que tengan se lo deban al mismo pueblo que hoy critican, descubrieron que la solución a la pobreza es darles tierras a quienes no las poseen para que dejen de ser pobres plantando verduras o criando gallinas, sin vulnerar el derecho a la propiedad privada valdría la pena analizar algún criterio compensatorio respecto de las propiedades improductivas.

Sería interesante sugerirle al Gobernador Kicillof, y por qué no al Presidente Fernández, que consulten con Susana Giménez para que les explique la revolucionaria propuesta de incentivar alguna manera de distribución de tierras para aplicar su teoría para la erradicación de la pobreza.

Mientras tanto, esperaremos hasta el miércoles para ver si gobierno provincial y oposición encuentran un punto medio que permita poner en marcha el despegue económico de nuestra querida provincia.